El equipo ILEWASI ha participado en el intercambio juvenil Erasmus+ en Italia “Be Healthy, Be Real”. Aquí tenemos sus opiniones sobre el proyecto y las actividades:
Guillem Palatsi Pocar
“Participar en el proyecto Erasmus+ “Be Healthy, Be Real” en Lecce, Italia, fue una experiencia profunda e inolvidable. Durante una semana, tuve la oportunidad de poder tratar un tema tan importante como la salud mental, algo esencial en los tiempos que vivimos. Este proyecto no solo me permitió aprender sobre el cuidado personal y emocional, sino también conectar con personas de diferentes rincones del mundo y descubrir nuevas culturas.
Desde el primer día, la hospitalidad y amabilidad de todas las personas involucradas hicieron que me sintiera como en casa. Conocí a personas extraordinarias de otros países, cada uno con historias, experiencias y tradiciones que compartieron con generosidad. Esta diversidad cultural no fue una barrera, sino un puente que nos unió. Las actividades del proyecto nos ayudaron a descubrir que, aunque venimos de contextos diferentes, compartimos más cosas de las que imaginamos. Formamos una verdadera familia internacional, un espacio seguro donde todos podíamos ser nosotros mismos.
El enfoque del proyecto en la conexión con nuestra voz interior, la naturaleza y las personas a nuestro alrededor fue revelador. Cada ejercicio, conversación y taller me llevó a reflexionar sobre la importancia de amarnos y cuidarnos, algo que a menudo olvidamos en el estrés diario. Fue una invitación a redescubrirnos, a escuchar lo que realmente necesitamos y a encontrar la fuerza dentro de nosotros mismos para superar desafíos. Estas reflexiones no solo fueron personales, sino que se ampliaron con las perspectivas de mis nuevos amigos, quienes aportaron ideas y experiencias únicas.
Además de las actividades del proyecto, la experiencia cultural fue inolvidable. Explorar Lecce y su encanto, probar la deliciosa gastronomía italiana, y compartir bailes y risas con personas de todo el mundo fue un regalo que guardaré siempre en mi corazón. Estas vivencias me recordaron lo importante que es abrirse al mundo y dejarse transformar por lo desconocido.
Al final, despedirme fue lo más difícil. Los lazos que creamos trascienden el tiempo y la distancia.Me siento profundamente agradecido por esta experiencia y por todas las personas que formaron parte de ella.
Llevaré esta semana en mi memoria como un recordatorio de que, "juntos, podemos construir un mundo mejor”.
Gabriela Velinova
“¿Qué significó para mí la experiencia Erasmus+ en el proyecto “Be Healthy, Be Real”? Honestamente, no se puede describir con palabras. Pero voy a intentar hacerlo. Aventura, quizá, sería la descripción más adecuada. Salir de tu zona de confort y lanzarte a algo nuevo e irrepetible. Permitir que personas desconocidas se conviertan en parte de ti y de tu vida en tan poco tiempo, y sentir que las conoces de toda la vida. Descubrir, explorar y no dejar de conocer nuevos horizontes.
En concreto, el proyecto “Be Healthy, Be Real” me enseñó algo que la gente hoy en día suele olvidar: no dejar de amarnos a nosotros mismos. Conectar con nuestra voz interior, con la naturaleza y con las personas a nuestro alrededor. Crear un lugar seguro dentro de nuestros ojos, que son la puerta hacia nuestra alma. Cada ejercicio que realizamos nos permitió acercarnos a esa pequeña chispa de fe que nos recuerda que, por muchas veces que te pierdas, siempre te volverás a encontrar. Porque antes de esta experiencia había perdido la fe en muchas cosas, pero gracias a todo lo que viví allí, pude volver a encontrarme.
Así que, en una frase, la experiencia Erasmus+ “Be Healthy, be Real” para mí fue "una forma de redescubrir todo aquello que creía perdido”.
Agus Ojeda Frissia
“Cada proyecto Erasmus tiene su magia, y cada uno deja huellas imborrables. Participar en Be Real, Be Healthy, realizado el mes pasado en Italia, fue mucho más que una experiencia educativa o cultural: fue una vivencia transformadora. Este proyecto fue un conjunto de momentos, charlas, aprendizajes y personas que sin duda alguna, guardaré en mi corazón para siempre.
Desde el primer día, estar rodeada de 25 jóvenes de diferentes partes del mundo fue un desafío emocionante. Era una mezcla de culturas, idiomas, costumbres y perspectivas que ponían a prueba nuestra capacidad para entendernos, debatir, conectar y aprender unos de otros. Y lo que descubrí, una vez más, es que las fronteras entre las personas son ilusorias. Venimos de lugares distintos, con historias únicas, culturas variadas, religiones diversas y prioridades diferentes, pero al final, somos más similares de lo que creemos. Esta realización me hace reflexionar profundamente: ¿y si no existieran las fronteras? ¿Qué pasaría si dejáramos de temer lo diferente y nos abriéramos, de verdad, a los demás?
El proyecto no solo me permitió reflexionar, sino también vivir desde el corazón. Fue una semana de conexión genuina, donde conocí a personas increíbles que ahora considero amigos. Vivimos momentos tan intensos como sinceros: compartir nuestras emociones, proponer talleres, explorar juntos temas profundos, y descubrir el mundo a través de los ojos de los demás. Cada conversación, cada actividad, cada risa fue una invitación a crecer como persona.
La convivencia y las dinámicas nos llevaron a experimentar una sensación única de hermandad. Durante esos días, me sentí parte de una gran familia internacional donde las barreras desaparecen y lo importante era ser y compartir. Aprendí muchísimo, incluso de los detalles más pequeños, lo cual fue una verdadera lección de humildad. Descubrí que hay tanto que aprender de los demás y que la diversidad es una riqueza infinita. Bailamos, probamos comidas típicas, exploramos nuestras emociones y, sobre todo, creamos lazos que trascienden el tiempo y la distancia.
Proyectos como este no solo nos enseñan sobre culturas o idiomas; nos enseñan sobre el mundo y, lo que es más importante, sobre las personas. Me han ayudado a crecer a nivel personal, social y profesional. Me han recordado que el mundo es hermoso cuando contamos con los demás, cuando nos atrevemos a abrirnos y ver más allá de lo superficial.
Despedirme fue difícil. Resumir esta experiencia en palabras, aún más. Pero si algo puedo decir es que Be Real, Be Healthy fue un regalo para mi alma. Me siento profundamente agradecida por la oportunidad de haber formado parte de algo tan especial. "Estas experiencias me llenan el corazón y me inspiran a seguir explorando, aprendiendo y construyendo un mundo donde todos podamos ser uno, sin límites ni fronteras”.
Lena Jovanovic
Participar en un proyecto sobre la salud mental y las redes sociales fue una experiencia realmente refrescante. Trabajar con personas de diferentes países, edades, orígenes y perspectivas hizo que cada discusión fuera emocionante y enriquecedora. Lo que más me encantó fue que el proyecto iba más allá de la salud mental. También nos enfocamos en el bienestar físico, disfrutando de increíbles comidas veganas y alejándonos de las pantallas.
¿Lo mejor? Desconectar del caos del mundo digital para conectar de verdad con las personas increíbles que estaban allí. Tuvimos la oportunidad de enfocarnos en nosotros mismos, compartir historias y crecer juntos. Fue como un reinicio, no solo para nuestra mente, sino también para nuestro cuerpo y alma. "Me sentí inspirada y muy agradecida por las conexiones y lecciones que aprendimos”.
Taras Syvukha
Ha sido mi primera experiencia con los temas de mindfulness y salud mental. Es un tema importante y muy relevante para los jóvenes actualmente. Nos encontramos con el estrés todos los días, es algo normal en nuestras vidas. Lo que pasa es que tenemos que saber gestionarlo y ser conscientes de nuestras capacidades mentales. Este proyecto me ayudó mucho a darme cuenta de estas cosas.
Estoy muy agradecido a nuestro equipo y a todos los que han participado en el proyecto. Desde el primer día fuimos un equipo. Todos nos ayudamos mutuamente y creamos un espacio abierto y seguro para expresar nuestros verdaderos sentimientos y preocupaciones. Algunas cosas fueron emotivas, es cierto. Pero fue estupendo ver cómo algunas personas se abrían nuevos horizontes.
Erasmus+ no es solo para viajar y aprender idiomas, son valores como compartir, la compasión, la sinceridad, el intercambio cultural y social, etc. Es un movimiento. Y todos son bienvenidos y todos pueden encontrar su lugar.
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