miércoles, 22 de noviembre de 2023

MORE INTERCULTURAL COMPETENCES: GRAN TRAINING COURSE EN LIMASSOL (CHIPRE)

 Por Dayanara Briones 

Con la llegada de Noviembre, nuestro grupo de ILEWASI vuelve de Cyprus tras haber realizado el training course “MORE Intercultural Competence”.


 

El proyecto tenía como objetivo profundizar en temas de interculturalidad, entre ellos la gestión de conflictos derivados de este tema; reflexionar sobre la propia identidad individual, así como la relación que tiene esta con la identidad colectiva; identificar y delimitar áreas de inclusión y exclusión, así como deconstruír estereotipos y prejuicios, entre otros . A través de la herramienta educativa MORE, a modo de juego de rol, también pudimos participar proactivamente, de manera que nos fue posible reflexionar sobre cómo afecta la interculturalidad en el aspecto social y personal de nuestras vidas. Se trataron temas relacionados a los procesos migratorios para profundizar en distintos temas que se relacionaban directamente con la importancia del tema de la interculturalidad: prejuicios, estereotipos, miedo, ignorancia, desinformación, etc.



Chipre, en concreto Limassol, que fue donde nos estuvimos alojando, está bastante lejos de Castellón, por lo que llegar ahí no fue nada fácil  debido a las muchas horas de viaje, pero el poder vivir esta gran experiencia sin duda valió la pena. Gracias a este proyecto hemos tenido la oportunidad de poder conocer a gente de varios países,  provenientes de diferentes organizaciones y ámbitos laborales. Éramos 4 personas de España, 4 personas de Bosnia, 4 personas de Suecia, 4 personas de Armenia, 4 personas de Italia, 4 personas de Alemania y por último 4 personas de Chipre, más los facilitadores que son Desiree de Italia, Bruno de Hungría y Mary de Chipre. Todos ellos, maravillosas personas con sus diferentes costumbres y culturas, pero aprendiendo los unos de los otros.

 

Para entender mejor la dinámica del curso, decir que teníamos un horario de actividades diarias que debíamos llevar a cabo, todo ello con sus respectivos tiempos libres, tanto para el café (muy necesario) así como las diferentes comidas a lo largo del día. Y por supuesto tiempo para explorar los alrededores. 

 

El primer día nos sumergimos en una sesión de “Citas” para poder romper el hielo entre nosotros y quitarnos un poco la vergüenza. Básicamente cada uno de nosotros debía tener una cita de 5 minutos con 12 personas diferentes, y de esta manera podíamos conocer un poco a todos y soltarnos ya que estábamos todos un poco nerviosos aún. Fue muy divertido y muy útil, ya que en cuestión de una hora ya habíamos conseguido hablar entre todos y conocer un poco de cada uno. El resto del día consistió en conocer un poco sobre la dinámica del curso, establecer reglas de comportamiento y aprendizaje. Por la noche pasamos tiempo juntos, nos divertimos mucho y sin duda fue lo mejor de todo.

 

Durante el segundo día continuamos aprendiendo sobre el grupo, hicimos varias actividades para fortalecer el trabajo en equipo, además de conocer más sobre Chipre. Por la noche después de cenar fue realmente interesante y divertido porque teníamos noche intercultural, lo que implicaba que varios grupos nos mostraran un poco sobre su cultura y países, incluyendo comida y tradiciones. El equipo español debía preparar algo para el día siguiente, por lo que esa noche pudimos relajarnos.


Durante el tercer, cuarto y quinto día las actividades estuvieron más enfocadas en hablar, reflexionar y aprender sobre la identidad individual y colectiva, el cómo esta se construye y cómo los prejuicios y estereotipos que tenemos afecta la forma en que nos relacionamos con los demás y con nosotros mismos. Trabajamos en grupos para reflexionar también sobre temas como la exclusión social y la manipulación de los medios y la forma en que estos tienen de difundir la información según diferentes intereses. Por la noche del tercer día nos tocó compartir con los demás un poco sobre nuestra propia cultura y tradiciones, por lo que hicimos sangría y le dimos de probar  a los demás turrones de diferentes sabores, así como algunas pastas típicas valencianas como los rosegones de almendra. Pusimos música latina y todos bailaron con nosotros, pero también hicimos una presentación donde hablamos un poco sobre España y la Comunidad Valenciana. Durante las noches del cuarto y quinto día fuimos a pasear por el centro de la ciudad de Limassol, bebimos, bailamos, reímos mucho e hicimos grandes memorias juntos. Sin duda momentos que jamás olvidaré. 



 

El sexto día personalmente fue uno de mis días favoritos de todo el curso, ya que hicimos la que fue mi actividad favorita “MORE”, la cual consistía en un juego de rol donde por equipos debíamos representar a una de las partes que tomaban parte de una negociación entre países, donde se discutían temas de inmigración, entre otros. Fue una actividad que requirió de muchas horas, mucha preparación por parte de los grupos y mucha escucha activa, pero para mí fue realmente interesante y divertida. Además, por la noche asistimos a un evento social en un hotel a lado de la playa donde pudimos conocer gente muy interesante, hacer contactos, comer bien, beber y bailar durante horas. Sin duda de mis días favoritos.



 

El séptimo día fue diferente, ya que todas las actividades estaban enfocadas en conocer más sobre las experiencias migratorias e interculturales de nuestros compañeros y compartir las propias, así como escuchar y aprender de las experiencias de otras personas residentes en Chipre que fueron invitadas para que también compartieran sus historias de vidas con nosotros. Fue inspirador, interesante y nos hizo mirar más de cerca y de manera más profunda a los demás, lo que personalmente también me ayudó a eliminar algunos prejuicios y estereotipos que no sabía que tenía. Por la noche pasamos un tiempo juntos dentro del hotel. No nos desvelamos porque a la mañana siguiente debíamos irnos pronto a Nicosia. Nos esperaba otra aventura.

 


El octavo día nos lo dieron libre para conocer más sobre Chipre y explorar la región, lo cual implicó que algunos grupos fuéramos a Nicosia, otros fueran a Pafos y algunos otros se fueran a Limassol. Tres del equipo español (Tamara, Pablo y yo misma) nos fuimos a Nicosia, la capital de Chipre, y nos lo pasamos increíble. Pudimos conocer la ciudad, escuchar música en directo, hacer algunas compras, comer cosas típicas de Chipre y lo mejor de todo, nos dio la oportunidad de conocernos mejor unos a otros, pasar tiempo de calidad y vivir algunas pequeñas aventuras.

 

Durante el noveno y penúltimo día por grupos tuvimos que pensar en ideas sobre futuros proyectos de Erasmus +, desarrollar de manera superficial la idea y presentarlo frente a todos los demás. Personalmente fue un reto para mí debido al idioma, pero finalmente pude hacerlo bien y me sentí orgullosa de mí misma. Es algo que valoro mucho de esta experiencia. Otra de las cosas que hicimos fue reflexionar sobre nuestro aprendizaje, experiencias y lo que nos llevábamos de nuestras relaciones con los demás en el proyecto. Pudimos expresar nuestras dudas, cosas que pensamos que se podían mejorar, lo que más valoramos y nos gustó del curso y agradecer a todos los que hicieron de la experiencia algo positivo. En la noche bailamos, bebimos, nos reímos y nos pusimos un poco triste porque sabíamos que al día siguiente todos debíamos volver a nuestros respectivos hogares. 




El último día, al igual que el primero de nuestra aventura, fue toda una odisea. Antes de volver a coger el vuelo de regreso a casa tuvimos una pequeña aventura por Larnaca, donde no solo nos perdimos y caminamos muchos km con las mochilas sobre la espalda, sino que conocimos un hermoso lago de sal que fue el punto y aparte de nuestro viaje a un país del que solo nos llevamos experiencias positivas, además del haber conocido a personas increíbles, con historias diferentes y otras muy similares, pero con una calidad humana muy grande. Sin duda es una experiencia que repetiría y solo queda decir “GRACIAS”. Espero que todos aquellos que conocí no sean también un punto y aparte. 

 

Nota: otra cosa que me llevo y que debo agradecer es que gracias a esta experiencia conocí a mis compis de grupo (Julia, Pablo y Tamara) y ahora ya forman parte de mi vida. 

 

Gracias chicos