lunes, 30 de julio de 2012

ELENA, JUNTO A MARIANA, FELICES DE VOLUNTARIAS EN EL EJE CAFETERO COLOMBIANO


Elena  y Mariana visitando la escuela

Elena, nuestra voluntaria de proyectos hacía tiempo que quería ir a ver otros lugares. Este invierno ya participó del Juventud en Acción y viajó a Turquía, pero ha sido tras presentar y aprobar su trabajo final de Arquitectura cuando ha decidido visitar a nuestra coparte en Colombia, en el Eje Cafetero, Corporación Centro para Jóvenes, C2PJ y pasar allí un mes de verano como voluntaria con la inseparable MARIANITA, el espíritu de ILÊWASI.

La escuela de Opirama
Elena ha visitado Bogotá, Armenia y ahora se encuentra en Quinchía, junto a Leonardo J. Pescador Restrepo, Presidente de C2PJ. En estos momentos, aprovechando una tarde de mucha lluvia, nos cuenta su visita del viernes a la escuela de OPIRAMA, un programa de comedores que apoya la corporación con ayuda de donaciones
Los niños y niñas disfrutaron con Marianita

Esos niños y niñas hicieron que mi corazón se "inflara"
“El viernes fue uno de los días más felices para Marianita y para mi desde que estamos en Colombia. Tuvimos la oportunidad de visitar la escuelita de Opirama, una de las veredas de Quinchía, donde acuden 17 niños de lunes a viernes de primaria, y 10 muchachitos más de bachiller los lunes y martes. Opirama es una de las nueve escuelas que entran dentro del programa que tienen los chicos con ayuda de donaciones de particulares donde se les da desayuno y comida. Algunos de estos niños caminan más de una hora por cerros para poder llegar. Marianita fue una niña más, todos quisieron conocerla y jugar con ella, le enseñaron todo lo q estaban estudiando, incluso quisieron que Marianita participase de las practicas escolares. Los niños son de diferentes edades por lo que el maestro tiene que darles diferentes materias y niveles a la vez. Julian, el maestro disfruta con su trabajo, se nota por la manera de interactuar con sus alumnos, por como tiene la escuela de linda, por sus ganas de hacer cosas nuevas, ha integrado una huerta y un proceso de compost... 

Esos niños tienen un respeto tan puro hacia la figura de su tutor! Fueron tan cariñosos esos “pelados”… al grito de “¡profe!” fui de niño en niño, contándome lo q hacían, jugando fútbol, almorzando con ellos, compartiendo sus dulces…
Esas sonrisas y esos gestos hacia mi que hicieron q mi corazón se inflara

Desde aquí os mandamos un abrazo muy fuerte para vosotras y cada niño y niña del Eje Cafetero, nos encantaría estar a cada ilewasiano/a junto a vosotras… ¡seguid contándonos vuestras aventuras!





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