Por Antoine Coudoux
Queridos lectores,
Antes de todo, quisiera agradeceros vuestra fidelidad y atención al blog. Mi nombre es Antoine y he sido voluntario europeo en Ilêwasi durante un período de aproximadamente 6 meses. Me gustaría aprovechar este foro que se me ofrece para dar testimonio de mi experiencia como voluntario europeo en España. Espero que mi testimonio acerca de esta experiencia brinde herramientas de reflexión a todos aquellos que deseéis participar como voluntarios o tener experiencia profesional internacional.
¿Por qué decidí ser voluntario?
A finales de 2019 decidí tomarme un año sabático para aprender más sobre proyectos europeos y participar más en la vida cívica. Además, quería aprender más sobre la cultura española. Por lo tanto, el voluntariado europeo me pareció una excelente oportunidad para alcanzar estos objetivos. Mientras navegaba por Internet, encontré el portal del Cuerpo Europeo de Solidaridad (aquellos interesados pueden obtener más información mediante este enlace:
https://europa.eu/youth/solidarity_es).
Un anuncio me llamó la atención rápidamente: la asociación
Ilêwasi estaba buscando dos voluntarios europeos para apoyar a su equipo de psicólogos y monitores en la organización de un proyecto llamado
ESTAR (
Emotional School Through Arts).
Esta iniciativa tiene como objetivo ofrecer un espacio de intercambio y diseño de herramientas que permitan a los niños, niñas y adolescentes de Castellón de la Plana, reconocer y regular sus emociones, así como mejorar sus habilidades sociales y desarrollar su sentido de empatía hacia los otros. Mi candidatura llamó la atención de Ilêwasi y tras un intercambio de correos electrónicos, pude ir a España y comenzar esta nueva aventura.
¿Cómo fue mi experiencia?
En las primeras semanas tuve la oportunidad de acompañar al equipo de Ilêwasi al congreso de voluntariado en España. Estos dos días me marcaron ya que comprendí que muy habitualmente, las asociaciones y los voluntarios están en primera línea tratando de resolver o mejorar una situación problemática. Múltiples asociaciones presentaron sus proyectos, por lo que entendí su manera de luchar contra las desigualdades, las injusticias y el calentamiento global. Fue para mí la mejor introducción posible a lo que iba a seguir.
Rápidamente entendí que mi papel como voluntario no se limitaría solo a la creación y animación de talleres para el proyecto
ESTARS.
Ilêwasi es una organización formidable a nivel humano, que invierte esfuerzos considerables en una multitud de iniciativas, todas estrecha o directamente vinculadas a los
Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS). Detrás de esta asociación, que se describe a sí misma como un centro de investigación, defensa y promoción de los derechos de los niños, niñas y adolescentes, en realidad hay un equipo compuesto por personas de diversos orígenes y experiencias, que luchan para garantizar el bienestar de la población, erradicar las desigualdades y preservar la paz y el medio ambiente.
Como los ejemplos a menudo son más reveladores que los largos discursos, he aquí un pequeño resumen de las diversas iniciativas en las que tuve la oportunidad de participar:
Pececitos: este proyecto tiene como objetivo fortalecer la salud física, mental y emocional de niños, niñas y adolescentes de Castellón, a través de actividades como el refuerzo escolar, actividades deportivas, talleres sobre la nutrición y, por supuesto, el proyecto ESTARS.
SOMriure: este proyecto tiene como objetivo sensibilizar a la población de Castellón sobre los
ODS definidos por las
Naciones Unidas y que deben alcanzar todos los países del mundo para 2030 (más información mediante este enlace:
https://ilewasisomriure.blogspot.com/)
Voltea: el objetivo de este proyecto es promover el voluntariado local y europeo, y permitir que los jóvenes graduados adquieran su primera experiencia profesional internacional (más información mediante este enlace:
https://www.volteavoluntariat.es/).
Estos son algunos ejemplos de la diversidad de iniciativas que lleva a cabo Ilêwasi. También debe entenderse que la gestión de estos proyectos conlleva varios tipos de conocimientos y experiencia como la contabilidad, la traducción de textos legales, la psicología infantil, la comunicación en plataformas digitales, etc. Por lo tanto, el voluntariado es una experiencia profesional en sí, que fortalece las habilidades individuales en una multitud de campos, ayudando al sentido de la iniciativa. Además, el voluntario o la voluntaria también podrá desarrollar su sentido de la adaptabilidad a las situaciones cambiantes.
¿Qué me ha aportado esta experiencia?
Mi proyecto de voluntariado ha terminado y ahora estoy evaluando las habilidades que me ha traído. Esta experiencia ha sido tan beneficiosa para mí en términos de aprendizaje que sería demasiado largo enumerarlo todo, pero para resumir muy brevemente, estas son algunas de las áreas donde he desarrollado más conocimiento:
1.- Inmersión cultural
Vivir en un país extranjero te permite aprender mucho sobre la historia del país o de la región. Por una parte, a nivel cultural pude experimentar las tradiciones y hábitos de la vida local, así como probar los platos locales. De esta manera, no solo pude probar mi primer carajillo sino también la paella valenciana o los churros típicamente navideños. También pude aprender mucho sobre la cultura de otros voluntarios a través de breves presentaciones sobre sus países de origen o debates. Por otra parte, a nivel lingüístico, mis intercambios con la población local, con los miembros del equipo de Ilêwasi o con los niños y las niñas, me permitieron mejorar mis habilidades en castellano. Además, pude practicar el inglés y familiarizarme con el valenciano.
2.- Desarrollo personal
Seguramente es el aspecto sobre el que más aprendí; por un lado, a través del descubrimiento del voluntariado y la gestión de una asociación, pero también en todo lo que concierne al ámbito social y a la psicología infantil. Por ejemplo, pude aprender más sobre la inteligencia emocional y cómo manejar relaciones conflictivas. También, aprendí mucho sobre los ODS y las iniciativas que surgen en un intento por alcanzarlos.
Cabe mencionar que este año fue un poco especial debido a las medidas de contención tomadas para limitar la propagación del
COVID-19. Sin embargo,
Ilêwasi pudo reaccionar proporcionando medios digitales que permitieron continuar con las actividades del proyecto
Pececitos y, por lo tanto, brindar apoyo académico, deportivo y emocional a niños, niñas y adolescentes. Así es como pude mantener contacto diario con el equipo y los niños, niñas y adolescentes a pesar del hecho de que nos quedamos encerrados durante los últimos tres meses de mi proyecto. Asimismo, pude continuar desarrollando las diferentes iniciativas digitales de la asociación de manera remota, lo cual demuestra que la experiencia de voluntariado no tiene barreras.
Conclusión
Por todas estas razones, recomendaría el voluntariado europeo a cualquiera que desee abandonar su zona de confort y abrirse a nuevas experiencias. Obtendrá experiencia profesional pero también adquirirá habilidades en múltiples campos tanto a nivel formativo como personal. Finalmente, me gustaría agradecer al equipo de Ilewasi por haberme brindado estos momentos inolvidables y por todo el bien que hacen.
Espero verlos a todos muy pronto.