jueves, 2 de noviembre de 2017

MACARENA NOS NARRA SU EXPERIENCIA CON EL EUROPEAN VOLUNTARY SERVICE (EVS) EN TURQUÍA


 Por Macarena Bortolotto

Mi nombre es Macarena y quiero compartir con vosotros mi experiencia de Voluntariado Europeo.

Era Septiembre de 2017, yo ya hacía un año que había acabado los estudios en Comunicación Audiovisual y me estaba desesperando sin encontrar trabajo. A pesar de haber tenido una mala experiencia con un voluntariado que no llegué a realizar debido a problemas con la organización, decidí probar suerte nuevamente con un voluntariado de la Unión Europea a través de la página de EVS. Mi pensamiento era que si estaba respaldado por la Unión Europea sería de fiar.

Al leer en las condiciones que todo estaba cubierto, el viaje, el hospedaje y las comidas llegué a creer que era una farsa, ¿cómo podía ser cierto si hasta ahora todo lo que había encontrado como mínimo tenía que invertir 200€?

Sin embargo decidí creer que podía ser cierto y envíe mi curriculum así como el formulario de inscripción. Realmente tengo que admitir que no tenía muchas esperanzas.

A la semana siguiente hice una entrevista y a los pocos días me confirmaban que estaba seleccionada por el proyecto.

Se trataba de un proyecto de Social Media, en el cual los voluntarios se harían cargo de las redes sociales (Facebook, Instagram, twitter y pinterest) de un festival de arte en cerámica “Terra Cotta symposium” en Eskisehir, Turquía.

Se trata de un festival al cual asisten artistas internacionales y cuyas obras son expuestas en la ciudad. De esta forma, siendo este año la onceava edición, Eskisehir va pareciendo año a año más un museo al aire libre.
Aún un poco anonadada por las increíbles noticias me puse en marcha y compré los billetes a Turquía.

Fue entonces cuando ILEWASI se puso en contacto conmigo para informarme de que ellos serían la organización de envío. Se ocuparon de mi seguro y de enviarme datos para el viaje.

Llegué el 5 de Septiembre al aeropuerto y no puedo describir la sensación de alegría que sentí al ver a un grupo de extraños que en cierto modo ya conocía a través de las redes.  Sabía que estos extraños serían con quienes compartiría un mes totalmente nuevo y diferente de mi vida.

Comenzamos, el primer día fuimos a la presentación del symposium, allí nos fotografiaron para el periódico y conocimos al alcalde de Eskisehir. La primer semana fue una toma de contacto, conocernos, descubrirnos y prepararnos para el proyecto en sí.

Realmente me es imposible explicar lo rápido que se pasaron los días. Empezamos a convivir en dos apartamentos 10 personas de países diferentes, con culturas distintas y muy diversas formas de entender el mundo y la vida. Eramos de Polonia, Túnez, República Checa, Rumanía, Italia, Alemania, Jordania y España.
Tras preparar el marketing digital y el plan de trabajo comenzó el Festival de arte. Fueron unas semanas de hacer muchas fotos y videos. De estar en las redes constantemente y trabajar en equipo. Realmente los días pasaron a la velocidad del rayo y aprendimos todos en grupo a trabajar para hacer que el arte que se vivía  en esa antigua fábrica de chocolate fuera visible en el resto del mundo.

Finalmente el Festival de Terra Cotta acabó y con lo que más nos quedamos además de todo el trabajo realizado fue con las anécdotas vividas en el día a día; el paseo al mercado, la noche de cañas, el paseo en bicis por la ciudad descubriendo rincones diferentes y llenos de vida.

La semana siguiente fue nuestra semana de vacaciones, sí el voluntariado de un mes permite tener una serie de días de descanso, y como estuvimos dos semanas seguidas sin parar resultó que tuvimos una entera de descanso. Y ¿qué mejor idea que ir a visitar la gran ciudad de Turquía? Fuimos directos a Estambul, todo el grupo buscamos donde hospedarnos y allá fuimos.

De veras os tengo que avisar, cuatro días no son suficientes para Estambul, es una ciudad creo que ni en un mes se llegaría para conocerla entera. Conocimos los lugares más emblemáticos,  probamos comidas riquísimas y nos conocimos más los unos a los otros.

De Estambul decidimos ir a Capadocia tres días. ¡Qué maravilla! Se trata de un lugar impresionante, las formaciones rocosas lo hacen a uno sentirse minúsculo, un grano de arena en el mundo. Recorrimos una ciudad bajo tierra, fuimos un día en quad por el medio del desierto e incluso subimos en globo.

La verdad es que ese mes que en principio parecía una opción para empezar a moverme a nivel profesional con audiovisuales se convirtió en mucho más.  Descubrí una nueva parte de mí como persona, conocí a gente maravillosa e hice amigos que sé que no van a quedar en tan solo el recuerdo de un mes único.

Me siento más que agradecida por haber participado en una experiencia así y haber descubierto un mundo nuevo lleno de programas similares que permiten aprender de manera diferente a cómo se nos ha enseñado toda la vida. 


Espero que tras leer sobre mi experiencia a nadie le quede un ápice de duda por participar en algún voluntariado Europeo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario