A las niñas y niños de Castelló les invitamos a leer la historia de un dragón polaco. A disfrutar de una historia llena de emociones. El proyecto intercultural ENS COMPLEMENTEM sigue trayendo relatos bellos de todas las partes del mundo.
Por Oscar Pelech.
Hace mucho tiempo, al lado de la colina de Wawel, existía un reinado gobernado por el rey Krakus. Sus ciudadanos vivían felizmente en diversos poblados, trabajando en las tiendas, minas y campos. Un día empezaron a desaparecer misteriosamente habitantes de los pueblos colindantes, se esfumaban cada día varios sin dejar rastro.
Por otra parte, cuando hacían el calculo del rebaño cada noche, los pastores se daban cuenta que cada vez les faltaban una o dos ovejas. Esta preocupación llego al rey Krakus, que bajo la incertidumbre no encontraba respuestas a ese problema. Organizó patrullas de vigilancia, dobló la presencia de sus caballeros, pero ninguna medida era suficiente, porque cada día desaparecía alguien.
Un buen día, un pastor que paseaba cerca de la colina de Wawel, encontró una cueva entre matorrales. Curioso entró en ella y vio algo impresionante. ¡Un dragón! Un reptil gigante, con escamas verdes y que estaba dormitando. Sin hacer mucho ruido, el pastor salió como pudo de esa cueva y corrió velozmente hacia el castillo del Rey.
El Rey, al conocer la noticia, supo el peligro que corrían sus habitantes y ganado. Por ello, congrego a los caballeros más fuertes y valientes del reinado, con el objetivo de ir a acabar con el dragón.
Los caballeros, armados hasta los dientes, iban dirección a la colina, el dragón ya despierto los vio acercarse e intuyendo que iban a por él, salió de la cueva volando. Los soldados se asustaron y exclamaron ¡El dragón ya estaba despierto! Se prepararon para el combate, pero el réptil alado cogió aire y los expulsó de ahí con ráfagas de fuego gigantes. Los soldados, echaron a correr y volvieron al reino con el culo chamuscado, dándole la mala noticia al Rey del plan fracasado.
El Rey frustrado no supo que hacer, ¡todos sus mejores soldados han sido derrotados por esa bestia tan fiera y peligrosa! Entonces, su hija, la princesa Wanda, le propuso un plan. La princesa Wanda, era muy inteligente y su belleza la conocían en otros reinados, pero su mayor virtud era el gran corazón que tenía hacía los ciudadanos de su reino. Le propuso al Rey promulgar un bando real en el que la persona que consiguiera derrotar a la bestia se casaría con ella.
Dicha noticia no tardo en extenderse entre los reinos vecinos y llegó a oído de un joven, hijo de zapatero. El muchacho era muy humilde, pero inteligente como el que más. Maravillado por la princesa Wanda y sus logros, procedió a intentar derrotar a la bestia con un plan infalible.
El muchacho consiguió una piel de borrego y la relleno con alquitrán y azufre, simulando una falsa oveja. En la oscuridad de la noche, el joven apareció en la cueva del dragón, viendo que la bestia estaba dormitando dejo en la entrada la falsa oveja. El réptil, al despertarse de su profundo sueño, vio a la oveja y la devoró de un bocado.
Tan rápido la devoró y con tanta ansia, que al momento el dragón sintió una sed terrible. Salió de su cueva y bajo al río Vístula a beber.
Bebió cantidades enormes de agua que, al entrar en contacto con el azufre y el alquitrán, hizo que su tripa explotará en mil pedazos.
El hijo del zapatero fue aclamado como un héroe y recibió miles de regalos por su gran hazaña. Pero el mejor de los honores fue casarse con la princesa Wanda. Dicen que fueron muy felices durante toda la vida.
Actualmente en Cracovia (en honor al rey Krakus) es donde se sitúa la colina de Wawel, sitió donde habitaba el dragón. Si visitas el castillo que actualmente se sitúa en la colina, a ciertas horas del día, podrás ver al dragón en la entrada de la cueva y expulsando su terrible ráfaga de fuego.