Por Julia Ferriz
Durante el curso pasado, desde ILÊWASI hemos continuado desarrollando el proyecto Pececitos, centrado en la atención al desarrollo integral de niños, niñas y adolescentes de Castelló. En esta entrada, compartimos un resumen de lo trabajado hasta ahora con un grupo de menores de entre 13 y 17 años en las instalaciones de la Universitat Jaume I (UJI), donde hemos creado un espacio seguro, inclusivo y enriquecedor.
A lo largo de estos meses, hemos combinado refuerzo académico, actividad física y acompañamiento emocional, consolidando una propuesta que impulsa el desarrollo integral de las personas participantes.
Aprendizajes que empoderan
Las sesiones de refuerzo educativo han abordado materias como matemáticas, geografía, valenciano y francés, adaptándose a los distintos niveles y ritmos de aprendizaje. También se ha trabajado el autoconocimiento, la gestión emocional y la toma de decisiones, abordando temas como el amor romántico, el autocuidado y la importancia de contar con redes de apoyo.
Las dinámicas han fomentado el pensamiento crítico, la reflexión ética y la planificación personal, a través de actividades como la creación de mapas conceptuales, debates sobre dilemas morales y ejercicios de proyección de objetivos a corto, medio y largo plazo.
Deporte como motor de inclusión
El área deportiva es un pilar fundamental de nuestros proyectos. Las sesiones de tenis han permitido trabajar aspectos como la técnica, el esfuerzo y la superación personal. En los días de lluvia, el grupo ha disfrutado de partidas de ping-pong indoor, manteniendo el espíritu activo y participativo.
También se han explorado alternativas lúdicas para fomentar la implicación de todo el grupo, como el uso de materiales diversos y juegos cooperativos, reforzando el trabajo en equipo, el valor por la diversidad y la inclusión.
Comunidad, vínculos y participación
La dinámica grupal se ha caracterizado por la cooperación, la creatividad y la comunicación empática. Actividades como la planificación de viajes con presupuestos simbólicos han permitido trabajar habilidades como la organización, el debate y la toma de decisiones compartidas.
Se ha mantenido una atención personalizada para establecer objetivos individualizados, teniendo en cuenta la diversidad de contextos y necesidades. Además, se han organizado reuniones informativas con familias (madres, herman@s…), fortaleciendo la red de apoyo y la comunicación intergeneracional.
El compromiso del grupo se ha reflejado también en la participación en propuestas externas, como el campamento de verano y los cursos formativos, donde se han firmado contratos de compromiso que evidencian el interés y la implicación de las personas adolescentes en su propio proceso de crecimiento.
También hemos llevado a cabo planificación de voluntariado joven, para que los y las adolescentes puedan comenzar a llevar a cabo tareas de responsabilidad con colectivos de menores más pequeños que ellxs.
Como actividad final, el grupo disfrutó de una salida al rocódromo, una experiencia que simboliza perfectamente el espíritu del proyecto: superar retos, confiar en el equipo y descubrir nuevas formas de avanzar. Esta jornada permitió reforzar la cohesión grupal, celebrar los logros del curso y despedirnos con la energía que da haber escalado juntas y juntos, tanto literal como simbólicamente.
Seguimos construyendo comunidad
Entendemos la intervención social como una construcción colectiva orientada al empoderamiento y la cohesión. Desde ILÊWASI, seguimos caminando junto a las personas adolescentes, acompañando en su desarrollo personal y comunitario, con la convicción de que cada paso cuenta y cada vínculo transforma.
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