Por Andrea Seguer Breva, Eva Gallego Davo, Jana Blahová, Veronica Castedo Chavez y Bruno Nos Segura.
Este curso ha reunido a 35 trabajadores juveniles de 8 países, de diferentes partes de Europa, con el objetivo de equipar a los trabajadores juveniles de competencias en educación no formal para ayudar a los jóvenes a adquirir los conocimientos, actitudes y habilidades necesarias para funcionar eficazmente en una sociedad democrática, pluralista y a interactuar, negociar y comunicarse con personas de diversos grupos, utilizando elementos de su patrimonio cultural como herramienta.
Los objetivos específicos de esta actividad han sido:
-concienciar de las diferencias culturales de los participantes y de sus propias culturas
-concienciar de las diferencias culturales dentro de una misma “cultura nacional", pertenecientes a varias culturas y señalar la importancia de las diferencias culturales y promover la interculturalidad
-aprendizaje intercultural entre participantes con diferentes orígenes culturales y tradiciones diferentes
-promover el respeto a la diversidad de las expresiones culturales y crear conciencia
-desarrollar la solidaridad y promover la tolerancia entre los jóvenes, en particular para fomentar la cohesión social en la unión europea
-promover el uso de los juegos tradicionales.
Nuestras compañeras/os hacen unas breves reflexiones sobre el curso:
Andrea:
Personalmente, esta experiencia me ha enriquecido como persona en muchos ámbitos. He aprendido acerca de las diferentes culturas de otros países y le he otorgado una mayor importancia al concepto de interculturalidad mediante diferentes talleres que se llevaron a cabo en un espacio amplio al aire libre. La interculturalidad es un medio para desarrollar la formación ciudadana ya que esta permite la adquisición de valores tales como el respeto a los demás, así como una mayor tolerancia con el fin de vivir en sociedad de manera pacífica.
Esta experiencia me ha permitido hacer uso del concepto de interculturalidad, es decir, las relaciones de intercambio y comunicación igualitarias entre diferentes grupos culturales que son diferentes en cuanto a criterios étnicos, religión, lengua y nacionalidad, entre otros.
Esta
Eva:
Mi experiencia en Serbia ha sido muy placentera. Aunque en un principio estaba un poco asustada por las diferentes culturas de las personas que nos reunimos y la diferencia de idioma, me sorprendí gratamente ya que todos teníamos muchas cosas en común y ¡nos llevamos bien! Aprendí mucho sobre las diferentes culturas, conocí a gente maravillosa y mejore mucho mi inglés. ¡Tengo claro que volvería a repetir!
Jana:
Este viaje fue para mi especial. Durante training course en octubre he encontrado un perrito de calle y me he enamorado de él. Pues quería encontrarle otra vez. Pero no lo hemos encontrado. Para mí fue una experiencia porque he descubierto más la cultura española a través de juegos. También he conocido los juegos de otros países. Pero al final he participado en todos los juegos y he jugado como una niña o adolescente al igual que cuando fui voluntaria en scouting.
Veronika:
El viaje ha sido una experiencia enriquecedora a nivel personal y a nivel académico, porque no solo he comprendido diferentes formas de entender la realidad que nos rodea, sino también compartir momentos con jóvenes de diferentes culturas.
Está experiencia me ha ayudado a ser más humanitaria, a valorar el gran trabajo que supone la cooperación internacional europea y además desarrollar habilidades para poder emplearlas en la vida cotidiana.
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