sábado, 16 de enero de 2010

NOS DUELE HAITÍ

Ha hecho falta un terremoto para que la comunidad internacional mire hacia este pequeño país considerado por PNUD como el más pobre de la región, el 145 en concreto, entre todos los estados.

País con población de la diáspora africana, siempre ha tenido una historia complicada y difícil.

Publicamos aqui un correo anónimo que nos remite una compañera y que nos hace sentir todo el pesar de lo qué allí ocurre:

Pensamientos desde República Dominicana... con la mente en Haiti

Tan sólo hace 2 días del terremoto y parece como si hubiera pasado ya una semana...las horas pasan muy lentas aquí, como si nos hubiéramos quedado atrapados en un bucle en el que sólo existe, sólo se piensa, sólo se habla del terremoto.


empezó siendo una anécdota. en la capital se sintió el temblor: un pequeño mareo, lámparas que se movían, carros que se balanceaban. piensas que es lo típico que vas a contar a tus amigos cuando vuelvas: yo viví una especie de terremoto! pero entonces empiezan a llegar noticias, oyes que el epicentro fue en puerto príncipe, que ya de por sí era un montón de chabolas miserables...y entonces te vas dando cuenta de que lo que ha pasado no puede ser nada bueno.


en naciones unidas todo es caos. supongo que se hacen las cosas lo mejor que se pueden, todo el mundo tiene buena voluntad y trabaja sin parar. pero me pregunto si en todas las emergencias hay tanta descoordinación, o esto se agrava al tratarse de una situación peculiar: catástrofe en uno de los países más pobres del mundo. la situación es desesperante. no sé si ha habido una mente perversa que ha planeado todo esto, o será que después de pasar tanto tiempo entre dominicanos al final me creo sus supersticiones y maldiciones, pero esto es la catástofe perfecta: las carreteras están semidestruidas, el aeropuerto y el puerto prácticamente están colapsados, por lo que la ayuda no puede llegar ni por tierra, ni por mar, ni por aire. el epicentro fue en la misma capital, la zona más poblada del país.

ya han pasado 48 horas y es muy poca la ayuda que han recibido; hay bastantes materiales movilizados, comida, agua, medicinas, muchísima gente ha hecho donaciones, pero casi todo se acumula en la frontera, o incluso en santo domingo, porque nadie puede garantizar que se pueda llegar hasta allí. los haitianos han huido despavoridos a la frontera, y desesperados, han empezado a asaltar a los poco camiones que llegan, porque están hambrientos, necesitan agua y medicamentos. así que el gobierno dominicano no se atreve a pasar la frontera sin que haya fuerzas armadas que le garanticen su integridad. ¿Pero quién les puede escoltar? Si ya las instituciones haitianas eran débiles, ahora casi no existen, ha muerto mucha gente de los organismos oficiales...mucha gente de la NNUU. el coordinador de la misión allí también ha fallecido, y casi todo el personal está buscando a sus familiares, así que NNUU de dominicana no recibe ninguna información de allí, porque además todo el sistema comunicaciones se ha caido.

qué impotencia saber que hay que hacer algo y no poder hacerlo, que es urgente, que las horas pasan y según vas mirando al reloj sabes que la gente va muriendo porque no puedes llegar a ellos, a pesar de que los alimentos están en el almacén, e incluso muchas provisiones están empezando ya a pudrirse. nosotros los voluntarios no podemos hacer gran cosa, recibimos las llamadas de los donantes y las intentamos clasificar y distribuir...pero al final uno siente la necesidad de hacer algo "físico", de salir corriendo hacia haiti, pienso qué hago atendiendo al teléfono, por qué no estamos todos allí colaborando...total la situación ya no puede ser más caótica...


y al final del día te vas a casa, y te sientes segura entre tus cuatro paredes, y por un momento aliviada por pensar que ésto haya ocurrido a ése lado de la frontera y no a éste, y después horrorizada por pensar esto...

y llena de rabia, sin comprender...

1 comentario:

  1. Un terremoto es una de las experiencias más impresionantes. Por un lado, el movimiento por ondas, la sensación de la gran energía que se está descargando y que no se puede estar de pie. Luego el colapso de los edificios, la tragedia.
    En Perú el último terremoto de escala 8 Richter que duró tres minutos, sólo tuvo 500 muertos. La educación, por mucho tiempo hubo una buena organización de defensa civil que gestionaba simulacros nacionales,se nos educó para tomar las decisiones más adecuadas para preservar nuestras vidas. Así como en Port Au Prince, la ciudad de Pisco que destruída sin nada de pie, pero los muertos fueron infinitamente menores.
    Deseo que el estado haitiano pueda reaccionar y ayude a ordenar los esfuerzos de ayuda humanitaria a su población.

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