María Gil
PECECITOS es un proyecto que sin duda todas las personas deberían conocer. Yo ya tenía las expectativas altas antes de vivir la experiencia, pero este programa las ha superado con creces.
El enriquecimiento personal que adquieres aquí no puede ser contado; tienes que vivirlo. Ha sido una maravilla formar parte de este equipo en el que no solo me han acompañado profesionales como Anca, Mª Paz y Bruno, sino que los más pequeños han hecho posible que me enamore de lo que hacemos juntos.
Sin mencionar al voluntariado, como el caso de Zaira, que siempre tiene una sonrisa para aportar a las tardes de los miércoles y los jueves.
Siempre he tenido una cosa clara en la vida: entregarme a los demás y aportar mi granito de arena a la sociedad. No había conocido el altruismo como lo he hecho aquí, esa forma tan desinteresada de contribuir a hacer un poco más amena y feliz la vida de los demás. No hay nada más bonito que ayudar a que las personas sean su mejor versión. Explotar el potencial y empoderar a los más pequeños para que el día de mañana puedan estar lo más preparados posible para enfrentarse al mundo. En una sociedad donde se accede de manera desigual a la prosperidad, la infancia y la adolescencia son los momentos más vulnerables de las personas. Por eso, PECECITOS es tan importante. Es la herramienta de cambio para que los derechos de los menores y adolescentes no sean vulnerados y puedan tener las mismas oportunidades y un acceso a una calidad de vida igualitaria.
Gracias, Ilewasi, por darme la oportunidad de vivir esta experiencia que nunca voy a olvidar. Me llevo a todas y cada una de las personas que han formado parte de esta vivencia y, sin duda, mi vida ha cambiado a mejor después de esto.
PECECITOS necesita a personas que tengan ganas de acompañar a los más pequeños en el proceso del desarrollo vital más importante de las personas: la infancia.
¡¡Gracias a ti, María!!
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